LINEAMIENTOS FALLAS Y FRACTURAS
Lineaminetos,
Fallas y Fracturas.
En geología, una falla es una
fractura o zona de fracturas a lo largo de la cual ha ocurrido un
desplazamiento relativo de los bloques paralelos a la fractura (Bates y
Jackson, 1980). Esencialmente, una falla es una discontinuidad que se forma
debido a la fractura de grandes bloques de rocas en la Tierra cuando las
fuerzas tectónicas superan la resistencia de las rocas. El movimiento causante
de esa dislocación puede tener diversas direcciones: vertical, horizontal o una
combinación de ambas. El desplazamiento de las masas montañosas que se han
elevado como consecuencia del movimiento provocado por fallas, puede ser de
miles de metros como resultado de los procesos devenidos durante largos
períodos de tiempo.
La zona de ruptura tiene una superficie
generalmente bien definida denominada plano de falla y su formación va
acompañada de un deslizamiento tangencial de las rocas respecto a ese plano.
Cuando la actividad en una falla es repentina
y brusca, se puede producir un gran terremoto, provocando incluso una ruptura
en la superficie terrestre. Lo que genera y se evidencia en la superficie del terreno
es una forma topográfica llamada escarpa de falla. Estos vestigios de la falla
en la superficie tienden a desaparecer por la acción de la erosión, provocados
por la lluvia y el viento, y por la presencia de vegetación o actividad humana.
Fallas
activas e inactivas
Se considera que una falla es activa
ya sea cuando ha tenido movimientos históricos, por ejemplo en los últimos
10.000 años, o bien en su pasado geológico reciente, considerando los últimos
500.000 años. Si bien las fallas que sufren desplazamientos cuando sucede un
terremoto son activas, no todas las fallas activas generan terremotos, algunas
son capaces de moverse asísmicamente, es decir sin que esté asociada a ninguna
actividad sísmica (ALI, Keiiti, LEE, William H. K.). A pesar de que no hay
ninguna definición de falla activa que haya sido universalmente aceptada, se
puede generalizar que: La actividad de una falla estaría definida, en líneas
generales, por la forma en que se acumula el desplazamiento en el tiempo
geológico. Una falla activa sería una falla que acumuló algún desplazamiento en
un pasado reciente. Si bien no hay una regla fija sobre qué escala de tiempo
geológico se debe considerar la actividad de una falla, en particular, el WSSPC
(Western States Seismic Policy Council)
Clasificación de fallas de acuerdo a
su movimiento
Si bien hay varios tipos de fallas,
se puede decir que hay tres tipos de fallas principales, según sea la dirección
del desplazamiento de las rocas que cortan:
Falla
normal: Este tipo de fallas se generan por tensión horizontal. Las fuerzas
inducidas en la roca son perpendiculares al acimut de la falla (línea de
ruptura superficial), y el movimiento es predominantemente vertical respecto al
plano de falla, el cual típicamente tiene un ángulo de 60 grados respecto a la
horizontal. El bloque que se encuentra por encima del plano de la falla se
denomina techo, y se desliza hacia abajo; mientras que el bloque que se
encuentra por debajo del plano de la falla se denomina piso, y asciende.
Falla
inversa: Este tipo de
fallas se genera por compresión horizontal. El movimiento es preferentemente
horizontal y el plano de falla tiene típicamente un ángulo de 30 grados
respecto a la horizontal. El bloque de techo se encuentra sobre el bloque de piso.
Cuando las fallas inversas presentan un buzamiento (inclinación) inferior a
45º, éstas también toman el nombre de cabalgamiento.
Falla de desgarre o de desplazamiento de rumbo: Estas fallas se desarrollan a lo largo de
planos verticales y el movimiento de los bloques es horizontal, son típicas de
límites transformantes de placas tectónicas. Se distinguen dos tipos de fallas
de desgarre: laterales derechas y laterales izquierdas. Laterales derechas o
dextrales, son aquellas en donde el movimiento relativo de los bloques es hacia
la derecha; mientras que en las laterales izquierdas o sinestrales, el
movimiento es opuesto a las anteriores. También se las conoce como fallas
transversales.
Un
ejemplo típico de falla de desplazamiento es el sistema de San Andrés, en el
sur y centro de California en EEUU (Figura 8). Esta gigantesca falla es el área
de contacto entre dos grandes placas tectónicas: la del Pacífico y la de
Norteamérica (Figura 7), y ha generado los sismos de San Francisco (M=8,2) en
1905, Los Ángeles (M=6,5) en 1993, Héctor Mine (M=7,1) en 1999 y últimamente
San Luis Obispo (M=6,2) en 2004.
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